sábado, 2 de junio de 2007

5 años despues

Eran los tiempos de vuelta,
cuando la vida con esa inevitabilidad que
caracteriza a la muy cinica,
había cambiado su porción que me correspondía.


Me encontraba
de nuevo
en el 1er escalón.



Un escalón, que sin quejarme.. me dió mucho.
Estaba de nuevo en Cancún,
despúes de regresar de Europa.
No por la inevitabilidad del boleto de regreso,
sino por
AMOR.

Desgraciadamente, ese amor no estaba en Cancún,
aumentando la desgracia :
ESE AMOR ni en México estaba.
Se encontraba en Cartagena de las Indias, Colombia
quejándose desde allá de :
la inexplicable
inevitabilidad
de mi locación



No me acuerdo ni porque fue,
que comencé a escribirle otra vez
por milésima vez
a esa amiga de toda la vida que
desaparecía y aparecía
como Banshee en el bosque..
Recuerdo haber estado en
el '' Jardín del Internet '' parisino , escribiéndole.

Supongo que siguieron los correos
y nuevamente
los 2 compartíamos el fatídico 1er escalón.

Volvía de ningún lugar en especial una tarde
caminando directo hasta la calle de Reno
donde ella trabajaba.
No recuerdo que traía puesto,
pero si un abrigo café como sus ojos.

Esos ojos miembros exclusivos de una cara
que tenía mucho tiempo sin verme, y sin embargo
seguía inspirándome lo mismo.

Cruzamos calles hasta llegar a su casa,
supongo que cruzamos la avenida,
nos metimos en una calle
luego por el parque hasta su hogar,
el motivo de ir ahí era porque caminando
decidimos ir a la playa y necesitaba su traje de baño.

Lo tenía todo preparado, yo años después
me doy cuenta.

Caminamos dejando un poco de nosotros
en las huellas impregnadas en la arena
cuando llegamos a unos camastros adecuados
para nuestra conversación.

Yo en el que se encontraba a la izquierda,
como la mano con la que estoy escribiendo,
ella por exclusión: en el de la derecha.

Le conté de mi viaje, de lo que había visto,
sintiéndome un actor principal
iluminado por la luz de sus ojos
actuándole mi travesía.

Siempre le gustó el arte, y yo ansioso
me dediqué a que imaginara cada pincelazo
de cuanto cuadro ví.

Ella me contó su vida, lo que había pasado
desde esa última vez.

Lo sucedido con lo sucedido, y como se sentía,
todo con esa voz quebrada que supongo tuvo siempre.

Poco me había dedicado a
escucharla en todos esos años
cuanto me faltó desde ese entonces!
Fotos, dibujos, y un hechizo de atracción que
SIEMPRE SUPO ( y supe ) que tenia en mi.
Recordando mientras escribo,
creo que no se cambió en su casa.

Porque subimos a los baños y recuerdo
( en este proceso de quitarle el polvo a la memoria )
que salió con un flamante traje de baño morado
puesto a la perfección,
afirmando así ( y reafirmándome de paso )
sus intenciones acuáticas.
Y al mar se dijo, y se fue ( de manera ansiosa )

Hay veces, y esta noche años después:
lo sigo creyendo

que la naturaleza ( y no esa inevitable vida )
sino ESA NATURALEZA COMPASIVA Y MAGICA
que hara que veas cosas capaces de hacerte superar
esos obstáculos enemigos provocados
por esa mente sobreprotectora de
nosotros mismos.

Y lo digo: PORQUE ATARDECIÓ.

El misticismo de presenciar un atardecer en el mar
es que estás siendo parte/testigo/cómplice
de el momento artístico de la naturaleza.

Porque lo azul del cielo comienza a derretirse,
inevitablemente en el mar.
Entonces, una parte de ti nada
mientras tu interior, siempre tan etereo, VUELA.

Esa parte de mi voló hacia ella, mientras que la otra
aun flotando solo veía y contemplaba el cielo..
vistiéndose de naranja, rosa, rojo,
tal era el espectáculo esa tarde
que la lluvia de color llegó hasta
los confines donde se encontraba la luna
alistándose para salir en el climax de la obra de arte.

Salió entonces la protagonista de este festival de luces.
Haciendo su entrada brillante e imponente
como ese morado absorbente
que mientras más azul tocaba
más pegado se encontraba
a ese cuerpo que flotaba frente al mío.

Sin recordar muy bien si platicábamos
o solo nos dedicábamos a revivir
nuestras primeras clases de natación
donde seguro nos enseñaron a
''flotar de muertito ''
surgió en mi mente
que igual y
la luna había decidido ponerme a prueba.

¿Capaz y me vigilaba?
¿Estaba mi amiga brillando más que ella en este momento?
¿Celos?
¿Envidia?
Que la sintiera, que esa tarde, éramos inmortales!

Irresistible era ya esa perfecta combinación
de tela morada con piel blanca

La tomé del brazo
y aprovechando que todo pesa menos en el agua
en fracciones de instantes se encontraba
en la distancia perfecta
LA IDEAL
La mejor receta para que suceda magia.

''¿Ya viste la luna? Nos vigila '' comenté en letras moradas

Sonrió.

'' Rápido, bésame y hagamos que se ponga celosa ''

Esa tarde
el ocaso fue blanco y negro..
Todo el color necesario de verse
estaba en nuestros labios

Permaneció ahi cuando llegó la noche
aún cuando ese bikini morado ya estaba siendo remojado
en alguna regadera..

Hoy, años después, solo me queda la luna..
Y ese recuerdo marino
con la chica de la voz quebrada, que esa tarde
no necesitó su abrigo..

Y que en noches como estás, reaparece..



1 comentario:

El Andariego dijo...

Me dijeron por messenger que hoy la luna en cholula es enorme, y naranja...