Mi amor, me dejaste solo.
Sin avisarme que te ibas,
sabiendo que estabas mal,
con la esperanza que te ibas a curar
y verte diario otra vez.
Me dejas como Mickey Rourke
con más dientes pero el mismo dolor,
diez años, diez años que se fueron
y ahora estás cerca de mi,
pero nunca más igual.
Es increíble cuanto nos llegamos a conocer,
como nunca me molestaste,
y sabías darme mi espacio,
tu capacidad de llevarte conmigo
y de solo observarme,
tus ojos siempre me seguían,
nunca perdiendo el estilo de tu posición..
Cuando llegaba, siempre bajabas,
te sentabas y después de tocarnos un rato,
seguías con lo tuyo si ya no necesitaba más..
Quiero pedirte perdón si te sentiste abandonada
por mi,
en tanto viaje,
o en dias que vivir me sacaba de tu camino...
Pero siempre te quise y te voy a querer..
Porque tenía sueños estúpidos que sabían que eran imposibles
como de que jugaras con mis hijos
y tenerte siempre cerca de mi..
Porque cuando salíamos a correr
cada que te volteaba a ver
deseaba que ese momento no terminara
que siempre tuvieras energía
para seguir gozando la noche contigo
Y tengo que admitirte
que la mayoría de las veces
ni volteaba a ver la noche
ni la luna, ni olía el pasto,
porque todo se me iba
viéndote correr..
Verás.. siempre supe que este momento iba a llegar,
en el que me iba a tener que ir de aquí,
porque siempre lo quise así...
Pero el momento de despedirnos
nunca quise contemplarlo.
Perdóname mi amor, en serio.
Por las veces que no dejé que te subieras a mi cama
para que no las llenaras de pelo,
por siempre tener prisa para llegar a todos lados
y a veces no poder sacarte a pasear,
te juro que nunca dejé que me ganara la flojera,
pero a veces en el futbol corro tanto
que llegaba agotado...
Y gracias.. en serio GRACIAS
por siempre quedarte a mi lado
y siempre entrar después de que te cerraba la puerta,
creciste conmigo, todavía recuerdo cuando ocupabas
un mosaico entero,
y llegaste a crecer hasta 3
y ni se diga de los lados..
Ojala hayas sido feliz aquí
porque yo si fui feliz contigo.
Odias el agua y hoy llovió,
y ahora no se que hacer con los pellejos de la carne,
ni con la última galleta,
ni tendré ganas enormes de rascarte
cuadno te veo acostada y me levantas las cejas..
Te fuiste y la vida sigue,
y me voy a ir y ya no vas a estar,
ojalá que tu sombra siempre cuide mi escalera
que por 10 años fuiste lo primero que vi al entrar.
Te quiero mi preciosisisima ampula, sigfrida,
tamalito, puerquito, cuyo, y tantos nombres que te puse
cuando me enseñaste que es querer a un animal.
Voy a apagar la luz ya, sabiendo que ya no te voy a oir roncar.