Crecer cambia muchas cosas,
me doy cuenta cuando voy
a la playa en coche y me quejo de los camiones
o me quejo de no poder usar mi ipod en el kayak...
De las mujeres que ahora resulta que no me hacen caso
o de querer viajar y estoy atorado.
Antes de mandar todo al carajo
me acuerdo de ti, de esos tiempos sencillos
de grageritas y agua caliente,
de esconder todo el dinero
en los plásticos para los rollos,
de sufrir con Widad,
de Turicunes y a la playa,
de la casi muerte en boogie,
de Panchito y el Radical,
de la hermana del negro y los campamentos,
de que me confundan con apache y las retas de basket.
Mucho ha cambiado, pero solo queda recordar..
tu eres una de las razones por
las que Cancun ya no es igual
y a la vez un ejemplo a seguir en
esto de la perseverancia y ser feliz.
Tu gran triunfo está en que cualquiera de las personas
que empiezo a querer se entera
tarde o temprano de quien es Olivier.
Gracias guey, por todo.
Por cosas ridiculas como salirte conmigo
esa vez de casa de Bashir,
por el vaso de coco,
por las caminatas en Paris y
la clase de como ponerse una bufanda,
las pláticas por teléfono y las banqueteras
y hasta por el madrazo que me meti
haciendote caso en el windsurf.
Te quiero, gracias por ser mi amigo,
el mejor que he tenido.
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